Autor: Jorge Velarde, Presidente de COFIDE
Es innegable la mayor relevancia que vienen adquiriendo los instrumentos de deuda/inversión orientados a la sostenibilidad, comúnmente llamados bonos verdes o etiquetados sostenibles, los cuales están cada vez más presentes en los mercados globales de renta fija. Ello, porque tanto emisores como inversionistas buscan alinear sus respectivas necesidades e intereses financieros con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la agenda 2030, y con las acciones de mitigación ante el cambio climático en línea con el Acuerdo de París.
Los bonos temáticos o etiquetados son instrumentos especializados dedicados a financiar proyectos o actividades nuevas o existentes con impactos ambientales o sociales positivos. Su emisión en los mercados de capitales se ha ido incrementando desde que en 2007 apareció el primero a nivel internacional, y desde que en 2018 se emitió el primer Bono Verde en el mercado local. Ya para el año 2023, según Standard & Poor´s, en América Latina se había emitido 55 billones de dólares en bonos etiquetados o con impacto sostenible, mientras que en el mundo esta cifra superba el trillón de dólares.
A la fecha, en el mercado de capitales peruano se han emitido bonos temáticos por un total de S/1,308 millones, de los cuales el 63% corresponde a bonos etiquetados social, seguidos por un 20% en bonos sostenibles y un 17% en bonos verdes.
COFIDE, como Banco de Desarrollo del Perú, viene jugando un rol importante en el fortalecimiento del mercado de capitales, donde no solo es un emisor recurrente, sino que ha asumido un liderazgo en las emisiones temáticas desde 2019, cuando emitió sus primeros dos instrumentos de este tipo: un Bono Verde, y el primer Bono Sostenible en el Perú. A la fecha, ha emitido seis bonos etiquetados localmente (uno verde, uno sostenible y cuatro sociales), por más de S/640 millones, cifra que representa casi la mitad de emisiones temáticas en el país. Y en pocas semanas, se alista a emitir el primer Bono Azul en el Perú.
Este primer Bono Azul representa un hito importante para el mercado de capitales local, pues permitirá financiar proyectos que promuevan un uso más responsable y resiliente de los recursos hídricos. Los fondos recaudados por la emisión serán destinados a refinanciar proyectos de agua y saneamiento ejecutados por seis Cajas Municipales de Ahorro y Crédito: las CMAC Arequipa, Huancayo, Cusco, Ica, Piura y Trujillo.
Según la ONG Water.org, que junto a la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (FEPCMAC) actúan como aliados en esta emisión, en el Perú 3.4 millones de personas carecen de acceso a agua potable mientras que 7.6 millones carecen de acceso a un baño seguro. A través del acceso a microcréditos que bordean los S/3,300, miles de personas de zonas periurbanas y rurales de diversas regiones han podido instalar en sus viviendas accesos a agua potable, y han financiado la construcción de baños adecuados en beneficio de la salud y la calidad de vida de sus familias.
Es preciso mencionar que para la emisión de este tipo de instrumentos se requiere utilizar un Marco de Bonos Temáticos alineado a estándares internaciones, que en el caso de COFIDE sigue los lineamientos del International Capital Markets Association (ICMA). También es necesaria la revisión de un tercero que, para el caso del Bono Azul será de Standard & Poor´s. De esta manera, se asegura que el uso de los recursos se ajuste a lo establecido en dicho marco, y se garantiza que el bono cumpla con una adecuada y transparente divulgación y seguimiento de los resultados y del impacto generado.
La emisión del primer bono azul reafirma el crecimiento de las finanzas sostenibles en el país, y la contribución de COFIDE no solo se da como emisor, sino también a través de su Programa de Inversión en Bonos Sostenibles, que le permite actuar como inversionista ancla adquiriendo hasta un 25% de los bonos etiquetados que se emitan en el mercado local. De esta manera, se incentiva a que se sigan dando más emisiones temáticas en el país.
Asimismo, y en línea con las tendencias internacionales, se espera ver en un futuro cercano el desarrollo de instrumentos aún más novedosos como los denominados Sustainability-linked bonds, que son instrumentos vinculados al logro de objetivos comprendidos en la agenda 2030. De esta manera, el logro o no de los indicadores clave de rendimiento (KPI) comprometidos en la emisión se traduciría en una disminución o aumento del cupón (tasa). Estos bonos podrían desempeñar un papel clave para alentar a las empresas a comprometerse con la sostenibilidad, en beneficio del cierre de brechas de desarrollo y del medio ambiente.