Samantha Meyer: La forma en la que se hace acero en el Perú es un ejemplo vivo y absoluto de economía circular

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Entrevistadora: María del Pilar Medina, Jefa de Desarrollo Empresarial de Perú Sostenible | Fecha: 29 de enero, 2025

SIDERPERU, parte del grupo Gerdau, es una de las empresas líderes en el sector industrial del país. Desde Chimbote, impulsa una operación que no solo abastece de acero a las principales obras de infraestructura y desarrollo en el Perú, sino que también ha convertido la sostenibilidad en una pieza clave de su estrategia. Su modelo integra prácticas de economía circular a gran escala, como el reciclaje de más de 400 mil toneladas de chatarra al año.

Hoy nos acompaña Samantha Meyer, Gerente de Asuntos Institucionales y Comunicación Externa de SIDERPERU, para contarnos cómo esta visión se traduce en acciones concretas que aportan al desarrollo del país, cómo están fortaleciendo su compromiso con las comunidades y de qué forma el acero puede ser un motor de transformación hacia un futuro más sostenible. Bienvenida, Samantha, gracias por estar con nosotros.

Samantha Meyer, Gerente de Asuntos Institucionales y Comunicación Externa de SIDERPERU

Samantha: Gracias Mapi por el espacio.

Maria del Pilar: Qué bueno tenerte. La idea hoy día es conversar un poco alrededor de su gestión de sostenibilidad. ¿Y cuál ha sido un poco su camino en estos años? Los aciertos, pero también los retos. Y también terminar un poco conversando sobre cuál ha sido tu experiencia ya personal y propia, que estoy segura que hay muchísimo que contar ahí.

Para arrancar, yo quisiera abrir con esa pregunta bien amplia, ¿Cuál crees que es el rol de la industria en la que están en el desarrollo del país? ¿Por qué es tan importante?

Samantha: Gracias Mapi. Mira, esa pregunta es interesante. El acero, aunque no nos demos cuenta, es el gran protagonista invisible en la vida de los peruanos.

El acero está en todos los espacios donde nos desarrollamos, casi siempre, dependiendo del lugar donde estemos, estamos rodeados de acero. Está en las casas donde construimos sueños con nuestra familia, está en los colegios donde aprenden los niños, está en el edificio o en el negocio en el que trabajamos, está en el puente que une una ciudad con otra; es protagonista y  forma parte de esos momentos. También, es habilitador fundamental de esos espacios donde nos desarrollamos y donde creamos momentos; y es invisible porque no es que siempre lo podamos ver. Entonces…

el acero es un habilitador muy importante, y además tiene un componente ambiental relevante, incluso para el propio desarrollo sostenible del país. De hecho, la forma en la que se hace acero en el Perú es también un ejemplo vivo y absoluto de economía circular.

El acero utiliza el reciclaje como ADN; no hay producción de acero sin reciclaje. Nosotros fabricamos acero a partir del reciclaje y chatarra; te hablo de más de 400,000 toneladas de chatarra recicladas al año que se convierten en este acero que va a las casas, a los colegios, a los puentes.

Entonces, es un ejemplo vivo de economía circular que, sin duda, sigue aportando a que ambientalmente vivamos en un espacio mejor.

Maria del Pilar: Digamos que es un tema vinculado a calidad de vida e infraestructura, generación de empleo y economía circular.

Y en términos de generación de empleo, que me parece muy interesante, ¿Tenemos algunas cifras del impacto de la industria en generación de puestos de trabajo?

Samantha: Nosotros somos una familia de más de 900 personas entre las operaciones que tenemos, pero, además de las personas que trabajamos directamente en SIDERPERU o en esta industria del acero, hay una cadena de reciclaje súper potente y grande. Asimismo es un reto porque durante años estamos tratando de desarrollar una cadena que no estaba muy formalizada. Entonces, hemos aportado y puesto el interés en esta formalización de pequeños y medianos recicladores que empezaron haciendo negocios de manera muy tímida, pero que hoy sus negocios han crecido muchísimo. La cantidad de chatarra que venden al año ha crecido y crece todos los años. Por consecuencia, también hay un impacto muy fuerte alrededor de eso; es el negocio principal de muchas familias. De hecho, ese negocio ha pasado por generaciones, y hoy, por ejemplo, es la hija mayor de esa familia de recicladores metálicos quien hoy tiene este negocio, y el cual ha hecho crecer mucho más.

Por lo tanto, hay una cadena virtuosa en materia de reciclaje que, sin duda, se une a la generación de empleo, y se vuelve un todo junto con las familias con las que trabajamos hoy en la industria del acero.

Maria del Pilar: No hay manera entonces que la industria del acero crezca, si es que esas cadenas de recicladores, idealmente formales, no crecen también, o al menos no avanzan en paralelo.

Samantha: Yo diría que es en paralelo porque ese es el corazón del negocio. No hay producción de acero en Perú sin reciclaje. Entonces, esta cadena de valor del reciclaje es absolutamente vital para que este negocio continúe y el acero siga siendo parte de la vida de los peruanos. Mientras esto crezca, nosotros crecemos también.

Maria del Pilar: Un círculo virtuoso, sin duda. Y tienen algunas cifras, en el caso específico de ustedes, con cuántos recicladores han trabajado. ¿Cuál es la tasa de crecimiento que han tenido año por año?

Samantha: Nosotros tenemos dos cifras importantes, primero, la cantidad de compra que cerramos todos los años, que cada vez crece más y más, y la cantidad de proveedores. Ahora te podría decir, por ejemplo, que más del 90% de nuestros proveedores son locales. Entonces, eso te habla de una industria que ya ha ido creciendo poco a poco y que empezó con muchos retos de necesitar más proveedores, que además sean formales, que cumplan con el compliance, con la ética, y con todos los procesos que nosotros tenemos para poder trabajar juntos. Al principio no había tanto de eso, y por eso, hemos trabajado también en formalizarlos, en capacitarlos, en darles herramientas para que hagan crecer sus negocios y que hoy sean, sin duda, el doble o el triple de la cantidad de proveedores que eran antes.

Maria del Pilar: Claro, y sobre todo estamos hablando de unidades que son muy pequeñas, que, digamos, no se trata de colocarles el estándar y ellos solucionan por su lado, sino que necesitas acompañarlos en ese proceso de crecimiento, y eso es algo me parece súper valioso que como industria funcionen así. Creo que es un círculo virtuoso bien interesante de cómo generar valor compartido.

¿Y cómo se traduce la forma en que ustedes perciben su impacto en el país dentro de su estrategia de sostenibilidad? ¿Puedes decirme los principales ejes que manejan? ¿Cómo ha ido evolucionando?

Samantha: Eso es interesante porque nosotros tenemos dos maneras de ver esto. Uno es que nosotros queremos trascender, dejar huella positiva con la calidad de productos que fabricamos. Lo cual es imperativo porque ya sabemos el rol que tienen esos productos en la vida de los peruanos; pero además con la forma en la que los producimos, que tiene que tener una mirada 360 responsable. De esa forma, un dato interesante que te puedo compartir es que no hay una persona o un área sola que sea cuidadora de la estrategia de sostenibilidad.

La estrategia de sostenibilidad de SIDERPERU involucra a todas las áreas de la empresa. Cada una tiene un rol clave: construimos valor y contribuimos a su adecuada implementación. Esta estrategia, además, está enmarcada en una matriz ASG (ambiental, social y de gobernanza), desde la cual analizamos y gestionamos cada uno de estos componentes de forma integrada. Esa es, como te digo, la otra parte de la forma en la que nosotros producimos, no solo la calidad del producto, sino la forma.

En materia ambiental hay unas batallas que tenemos muy específicas. Por ejemplo, la recirculación del agua. El 98% del agua que utilizamos en el proceso industrial regresa al mismo proceso luego de ser tratada y limpiada, y el otro 2% es utilizada para regar áreas verdes. Entonces, no hay desperdicio de agua.

El aire también, nosotros tenemos un proceso de fundición de acero que naturalmente genera humos y no podemos permitir que esos humos terminen contaminando el ambiente. Entonces, hay un proceso de retención de todas las partículas que puedan ser contaminantes de ese humo para que este salga 100% limpio.

Hay un tema de energía verde muy interesante. Hoy el 100% de la operación se alimenta con energía proveniente de fuentes renovables y hace poco instalamos la primera planta solar de SIDERPERU en la historia, en una empresa de más de 68 años.

Además, es la primera vez que tenemos una planta solar que además alimenta algunas luminarias auxiliares del complejo siderúrgico. Entonces, hablamos de energía verde, aire limpio, agua limpia, huella de carbono, y del reciclaje como corazón del negocio; eso es en la parte ambiental.

En la parte social, nosotros tenemos un propósito que no es solo hacer el mejor producto posible, sino, empoderar a las personas que construyen el futuro. Una forma de empoderar, por ejemplo absoluto para nosotros, es la educación, y por eso es que uno de los proyectos más importantes que tenemos es una propia Escuela Técnica que ofrece becas a chicos de Chimbote. Son 50 becas al año para que ellos puedan estudiar totalmente gratis en alianza con SENATI, y en 3 años tengan un título a nombre de la nación. Estudian, obviamente, carreras que también demanda el sector industrial.

Por un lado, apoyamos a que cada vez existan más profesionales competentes en el sector industrial que siempre está demandando y, además, intentamos transformar y dar oportunidad a través de la educación. Así, algunos chicos se quedan en el complejo, otros chicos trabajan en otras grandes empresas industriales del país, entonces esa es una apuesta con la cual empoderamos. Otra linda batalla que tenemos, por ejemplo, es con el tema de la mujer.

Maria del Pilar: En un sector que es complejo.

Samantha: No solo complejo, sino que nosotros estamos en un sector que históricamente ha estado más vinculado a hombres que a mujeres, esa es la realidad. Además, no es el único, entonces la pregunta está en, ¿Qué hacemos para cambiar esa realidad? ¿Cómo hacemos para que más mujeres se atrevan a romper estereotipos y a ser parte de industrias como estas? Y se rompe un poco el mito de que hay industrias para mujeres y hay industrias para hombres. ¿Y cómo extendemos esta visión que tenemos de que en la diversidad de talento está el valor de una empresa en diferentes edades, género y demás? Entonces, también hay una apuesta importante, y lo llamamos «Mujeres de Acero»; y es parte de una estrategia de visibilizar historias, de crear programas específicos, de fomentar el liderazgo de mujeres.

Otra cosa interesante que te puedo contar de este eje social es seguir usando el poder de la transformación. La producción de acero transforma chatarra en acero. Ese poder de transformación también lo tenemos en una iniciativa interesante que se llama «Fuego por Juego», donde transformamos pistolas, escopetas, armas largas, y otras armas cortas que han sido o incautadas en algunos actos delictivos o dadas de baja, y simplemente pasan por un proceso de fundición, y terminan en parques y en forma de mini gimnasios hechos de acero que están en distritos de Lima, Callao y Chimbote. Es un proceso de transformación aplicado a cambiar la violencia por bienestar.

En lo que respecta a esta gran G de gobernanza, buscamos procesos fuertes a nivel de compliance, de transparencia, controles antisoborno, controles anticorrupción; y que se traduce en una cultura de integridad para toda la empresa. Entonces, esa es nuestra forma de decir: «Mira, no solo te quiero cuidar con un producto de calidad que va a estar en tu casa y va a estar en tu vida, sino también con la forma en la que lo hacemos».

Maria del Pilar: Correcto, súper interesante. El sector es un reto. Las personas que no hayan escuchado cómo es que puede gestionarse sostenibilidad en el sector siderurgia, tal vez no crean que es posible hacerlo de manera responsable, pero con lo que me dices, es posible.

Estamos en un momento en el que la tecnología está a disposición y sigue avanzando, y también la voluntad que ustedes tienen para seguir progresando en el camino, lo hace posible. SIDERPERU ha implementado varias cosas y hemos hablado muchísimo de datos de porcentajes. ¿Hay algún ahorro significativo que les haya generado alguno a estos de estos frentes? 

Samantha: Claro, si hablamos de energía verde, por ejemplo, es ahí donde nosotros decimos que la sostenibilidad sí es negocio. Este es uno de estos contratos que tenemos de energías provenientes al 100% de fuentes renovables.

La energía con la que alimentamos nuestra planta hoy viene de diferentes fuentes renovables, y tenemos un contrato de suministro de energía. Esa forma de alimentar nuestra planta hoy significa una reducción por lo menos del 5%, tanto de consumo de energía como del gasto que tenemos nosotros. Por eso, se trata de una solución sostenible, proveniente de fuentes renovables y, además, económicamente atractiva. Para nosotros, esto es un ejemplo claro de cómo una iniciativa sólida en sostenibilidad puede convertirse en algo económicamente tangible y muy valioso para la empresa.

Maria del Pilar: Y en términos generales, no solamente pensando en el tema de energía, ¿Cuál es el siguiente paso? Digamos, hoy han llegado a este nivel en el que gestionan muy bien estos frentes, ¿Qué más se puede hacer o cuál sería su siguiente paso para aspirar a más?

Samantha: Para nosotros, el comportarse de manera responsable, y con gestión ambiental, social y de gobernanza es un camino. Entonces, no hay una meta que yo te pueda decir hoy con esta cerramos. Es un camino donde siempre hay cosas por hacer, siempre hay cosas por ajustar. Si hoy tengo esta huella de carbono, mañana voy a querer tener menos, y pasado menos. Si hoy tengo esta cantidad de proveedores aliados y capacitados, mañana quiero más, y voy a seguir ampliando.

Al año, son 5 parques hechos de armas fundidas, mañana quiero que sean 10, quiero empezar a involucrar a provincias y a otros actores. Osea, todo tiene un potencial de crecimiento interesante que nos permite ser unos continuos soñadores. Y pensar en que este camino siempre va a tener un hito nuevo que alcanzar, significa que no hay una sola meta con la que nosotros nos queremos casar y lograr, sino todo el tiempo medir, calibrar, ver qué más cosas se pueden hacer, priorizar, y embarcarnos a una nueva ruta.

Maria del Pilar: Y dentro de todo esto que me comentas, quiero entender un poco cuál es su mirada con el core del negocio. Sé que el core tiene que ver mucho con economía circular, pero, ¿Por qué es importante para ustedes como negocio el estar gestionando el tema del agua o el tema de las mujeres en la industria? Cuéntame un poco de eso.

Samantha: SIDERPERU es parte de Gerdau, una empresa internacional con más de 120 años de experiencia en la industria del acero, y cuenta, además, con unos estándares internacionales de calidad muy altos. Por eso, creemos en hacer negocios y fabricar, pero de una manera responsable, que no comprometa los recursos del mañana. No podemos agotar el agua, dañar el ambiente o generar conflictos con la comunidad, porque eso significa poner en riesgo, incluso, la continuidad del propio negocio en el futuro.

En el caso que me preguntabas de mujeres, nosotros no creemos que una empresa se pueda gestionar de una mejor manera teniendo solamente un grupo de personas iguales. Y no solamente te hablo de género, te hablo personas de la misma edad, de la misma cultura, con la misma profesión. Nos preguntamos, ¿Qué me puede ofrecer esta persona?¿Qué mirada tiene uno y que no tiene el otro?. Entonces buscamos que sea un ambiente justamente diverso donde rompamos esa cultura de que antes las cosas eran solo de una forma y nosotros creemos que ahora pueden ser de otra. 

En un equipo diverso existe una inteligencia colectiva distinta: surgen ideas diferentes para un mundo diferente, con desafíos cada vez más complejos. Por eso, es mucho más valioso contar con un equipo multidisciplinario que pueda enfrentar esos retos desde múltiples miradas. Todo funciona mejor cuando se trabaja con esa perspectiva: la de sostener el negocio, hacerlo crecer, entender el valor de lo que estamos construyendo hoy y, al mismo tiempo, cuidar los recursos que tenemos a nuestro alcance.

Maria del Pilar: Me has hablado mucho de este enfoque de gestión de riesgos empresariales. Esta mirada que creo que cada vez más las empresas están comenzando a adoptar, no solo la gestión de impactos de cómo la empresa tiene impactos en el lugar en que opera, sus grupos de interés, sino, también, cómo ciertos problemas de contexto pueden afectar en el largo, mediano o en el corto plazo a la empresa.

Hay algo que siempre consideramos cuando hablamos de riesgos: por un lado, existe un nivel individual, ya que cada empresa es un mundo, con grupos de interés específicos y un contexto particular. Pero, por otro lado, también hay riesgos que son comunes a toda una industria, o que comparten varios actores del sector. Y, hablando de eso, ¿Cómo ustedes manejan ese tipo de retos que tienen más que individual, como industria?¿Cómo ustedes ven el tema de la articulación?¿Ha habido algún proyecto articulado con otros actores de su industria o no, que haya sido relevante para esa gestión de alguno de sus frentes de sostenibilidad?

Samantha: Una de las de las aristas que siempre activamos para fortalecer esa estrategia de sostenibilidad es el benchmark. Es ver y salir a mirar qué están haciendo los demás y de dónde podemos aprender, donde hay una oportunidad.

Entonces hay prácticas buenísimas, no solamente de empresas de nuestra industria, sino de muchas otras que tratamos de ver si se pueden integrar la estrategia, o si podemos generar algún valor con ellas, o si podemos aportar de manera conjunta. Y eso es algo que siempre estamos mirando porque nos alimenta. La idea no es solamente compartir, sino aprender. 

Maria del Pilar: Y hay partidos que no se superan o que no podemos resolver individualmente como empresa.

Samantha: Sí, pero te puedes aliar con alguna persona o institución que de repente sola tampoco puede. Y un caso de ello es esta Escuela Técnica que te comentaba. Nosotros sin la alianza que tenemos con SENATI, que tiene otro giro totalmente distinto, no podríamos sacar esto adelante porque no podríamos ofrecer títulos que tengan validez en en nombre de la nación en general.

Maria del Pilar: Y no es su core.

Samantha: Y no es nuestro core. Además, y quizás para ellos sea una fortaleza, también, contar con nosotros, porque además pueden tener esa experiencia práctica muy centrada en el tema de industria. También, el proyecto que hacemos con las armas no sería posible sin la Policía Nacional y sin SUCAMEC, ¿Quién nos podría dar ese suministro? Osea, SIDER está en la parte de transformación, pero el suministro que entra para ser transformado no lo podría tener si no me alio con la gente correcta. Esos son ejemplos buenos de cómo necesitamos dos manos para cerrar las palmas. 

Maria del Pilar: Y en ese proceso, tomo la palabra de lo que dijiste antes, «Es un camino», y así, de hecho, nosotros también lo vemos.

Estoy segura que ha habido muchos aciertos y muchos triunfos, pero también asumo que han habido fracasos en el camino. ¿Puedes contarnos de alguno de ellos que haya aparecido como un fracaso o un reto, y que haya terminado convirtiéndose en un éxito o en una oportunidad?

Samantha: Sí, te puedo contar de un reto que para nosotros realmente parecía una montaña muy alta de escalar, y que nos invitó a reflexionar y hacernos un autodiagnóstico más fuerte y más severo de que quizás no estamos en el nivel que nosotros creíamos. Eso sucedió hace un par de años, cuando aspiramos a obtener la certificación como empresa B, que es una certificación internacional que acredita que las empresas trabajan con triple impacto positivo. Para la siderurgia era un sueño pensar que podíamos tener esto.

Además, hoy que te lo digo, te estoy contando ya el post. Y te lo digo con mucho orgullo, somos la única empresa de acero en el Perú que tiene esa certificación, pero cuando lo soñamos y vimos la montaña, dijimos: «Quizás es mucho para nosotros». En ese momento, nos invitamos nosotros mismos a pensar, y nos dijimos: «Oye, ¿Lo que hemos hecho hasta ahora es suficiente o no? ¿Qué otras cosas más tendríamos que hacer?» .Tuvimos incluso que hacer un cambio de estatutos; te hablo de ir al corazón, a la médula de la organización para decir: «Mira, si nosotros vamos a querer escalar esta montaña y lo queremos hacer de verdad, estemos dispuestos a aceptar que hay cosas que todavía tenemos que cambiar».

Maria del Pilar: Bastante humildad para decir tal vez no estamos ahí aún sí, pero con el positivismo de «Podemos».

Samantha: Es la fuerza primero para aceptarlo, porque claro uno siempre quiere creer que sus batallas están muy bien hechas, como lo haces con pasión, dices: «No puede haber nada malo en esto». Pero no se trata de que haya algo malo, sino de reconocer que hay una oportunidad. Entonces, decir: «Ok, yo puedo». La decisión de toda la empresa fue: «Listo, queremos escalar esta montaña». Además, fuimos la segunda unidad de Gerdau, a nivel global, en certificarse. Así que ni siquiera era un camino donde tuviéramos muchos referentes o benchmarks a los que mirar. Fue un reto complejo, pero lo asumimos con convicción. Nos invitó a mirarnos de adentro hacia afuera; aceptamos que teníamos que cambiar cosas.

Como te digo, este ejemplo de los estatutos es algo que me queda muy en la cabeza, porque estamos hablando de cambiar cosas muy profundas, y que tienen años siendo de una forma y que estamos dispuestos a que ahora sean diferentes. Ajustamos más cosas y trabajamos en equipo. Esa certificación, además, asigna un puntaje. En un primer ejercicio, alcanzamos una determinada calificación y luego nos preguntamos: ¿Qué más tenemos que ajustar? No obtuvimos la certificación en el tiempo que inicialmente habíamos proyectado; creo que también subestimamos el proceso.

Sin duda tuvimos que detenernos, volver a mirar hacia atrás, replantear objetivos y estrategias.

Nos dimos cuenta que teníamos que realmente vivir la forma en la que la estrategia de sostenibilidad hoy decanta, que es en todas las áreas. No era el área de responsabilidad social la que tenía que estar remando esto sola; sino que necesitábamos parar y decir: «Dame la mano; porque eso es una meta de todos y además un trabajo cultural importante a interiorizar en toda la organización». Y nos preguntamos, ¿Por qué queremos hacer esto? ¿Por qué un área y otra iba a parar sus tareas cotidianas, que tienen una estrategia específica, para dedicarse a esto?

Maria del Pilar: Claro.

Samantha:  Entonces, hubo un trabajo cultural muy importante de compartir el significado de esta meta y que todo el mundo la hiciera suya. Solo así pudimos remar todos hacia el mismo lado con esto como prioridad, y hoy es un sello que todo el mundo te puede decir: «Lo llevo con orgullo acá en el pecho, soy una empresa B». Y cuando nos toque volver a recertificar, volveremos a tener la misma discusión.

Maria del Pilar: Me quedo con la palabra «ambición». El nivel de ambición que las empresas deben mantener constantemente para superar sus metas de sostenibilidad, porque, como bien mencionas, es un camino continuo. Y esta reflexión de, «Ok, tengo que dar dos pasos atrás para dar cinco adelante», y tomarse el tema con mucha responsabilidad y cultura, que es un tema que queremos comenzar a trabajar más desde Perú Sostenible, también con todas las empresas de la red. El cómo comparto esa experiencia con otros equipos de sostenibilidad.

Samantha, y moviéndonos un poco ya hacia tu rol. Como gestora de la estrategia de sostenibilidad, ¿Cómo ha sido tu experiencia? ¿Cuál han sido los principales retos? ¿Qué te ha llenado más de orgullo en este camino?

Samantha: Qué interesante esa pregunta. Yo creo que una de las cosas más valiosas que hemos logrado hacer y que me llena de orgullo no solo a mí, sino también al equipo, es, primero, el construir esa voz coherente e integrada, que hace eco en todos los stakeholders, y que hoy permite que podamos vincular el nombre de SIDERPERU con sostenibilidad de manera muy fácil. Es un posicionamiento que hay que crear y ganar con evidencias verdaderas, y que hay que comunicarlo. Estamos en un punto en el que ese posicionamiento ya se ha logrado. Aún queda mucho por hacer, pero también hemos avanzado significativamente.

Entonces, para crear esa voz unificada de cómo vamos a contar nuestra historia y nuestra verdad acerca de la sostenibilidad y lo que hacemos, ha sido muy importante crear puentes de diálogo con stakeholders diversos, incluso algunos que quizás en un primer momento no tuvimos mapeados. También algo muy importante es considerar que las historias y la comunicación conectan cuando hay bastante grado de realidad en lo que estás contando.

Maria del Pilar: Cuando hay coherencia.

Samantha: Coherencia, realidad, verdad; eso es para mí lo que conecta más que un speech corporativo duro. En ese sentido, se trata de poder visibilizar historias y aprendizajes reales, mostrando vulnerabilidad. Porque eso no solamente inspira internamente al equipo, sino también externamente...

Permite crear coherencia con los compromisos que públicamente yo digo que tengo con la sostenibilidad, porque la gente se da cuenta de que existen cosas reales y que ese compromiso no está en las palabras, sino a través de la comunicación que hacemos de estos. 

La gente dice: «Ah, mira, sí hay cosas que se están haciendo, hay batallas que se están librando». Grandes, pequeñas, o pocas, pueden tener el adjetivo que quieran, pero hay cosas que se están haciendo. Eso permite generar mucha coherencia y a la vez también transparencia. Por ejemplo, me acuerdo en el 2021 cuando nos pusimos el reto de empezar a presentar reportes de sostenibilidad, eso no existía. ¿Cómo lo hacemos? ¿Qué debería tener un reporte? ¿Qué contamos y cómo lo contamos? Y te estoy hablando de una empresa con muchísima historia que por primera vez en el 2021 se manda hacer este reto porque dice: «Quiero ser transparente, y quiero contarle a la gente y a mis stakeholders mis metas, lo que logré, pero también lo que me falta todavía por hacer, las brechas que todavía no cierro y cuáles son mis compromisos públicos».

Eso es transparentar la información en su máxima expresión, porque es un libro abierto. Esas son satisfacciones que creo que la comunicación, estando muy ligada a la estrategia y a la visión del negocio que queremos tener, permite hacer una sinergia importante, que te permite mostrar vulnerabilidades, generar puentes. Y, también, tener en este camino, aliados que te ayudan.

Maria del Pilar: Qué maravilloso con todo lo que me dices crecer con SIDERPERU en ese camino. Porque para poder implementar las cosas que me has contado hoy día, incluyendo lo de reportes de sostenibilidad, hay que comenzar a generar capacidades. Eso no es una tarea fácil, ni de un día a otro. Ello toma mucho esfuerzo, tiempo pensado de ¿Cómo lo hacemos?. Y ahora, estoy segura que tienen muchos aprendizajes y ya saben hacer muchísimas cosas vinculadas a sus indicadores de sostenibilidad que antes no sabían o a procesos que no existían.

Samantha, para ir cerrando, como reflexión personal, si tuvieras que empezar de cero como Gerente de Comunicaciones y Asuntos Institucionales, ¿Qué harías diferente?

Samantha: Yo creo que no le damos tanto valor a la inteligencia colectiva cuando no sabemos hacer las cosas. Quizás la primera ruta es capacitarnos, que es muy valiosa; pero también hay un valor importante en expresar con sinceridad la preocupación, ponerla sobre la mesa y decirle al equipo, al directorio al que uno pertenece, o al grupo de trabajo, incluso formar un equipo multidisciplinario con personas de distintas área, «Tengo este problema y no sé cómo resolverlo. He pensado en los caminos A, B y C. ¿Tú qué piensas?» . Ver esa sinergia de tantos cerebros y talentos trabajando juntos en torno a una misma problemática o situación es algo maravilloso.

Y si pudiera empezar de nuevo, usaría más ese recurso, porque a veces sentimos cierto temor de mostrar vulnerabilidad y de poner un problema sobre la mesa. Nos sentimos más cómodos llevando soluciones, pero atreverse a presentar un problema tal cual es, sin resolver, es poderosísimo. De ahí surgen ideas con una fuerza que una sola persona no podría haber imaginado ni articulado por sí sola. Para eso no trabajamos solos. Una empresa está formada por muchas personas, de muchas áreas. No existe una empresa en la que una sola persona sea la estrella, haga todo, diga todo y brille por encima del resto. Eso simplemente es imposible.

Entonces, no debemos subestimar el valor del trabajo colaborativo y de la inteligencia colectiva. Hay que aprovecharlo desde el inicio, incluso cuando el reto parezca pequeño. Si el desafío es menor, la conversación será breve y no implicará una gran inversión de tiempo. Pero si el reto es grande, la conversación requerirá más análisis, más tiempo, posiblemente también más investigación. Aun así, es fundamental ponerlo sobre la mesa. Porque al hacerlo, no solo obtienes más ideas, sino también más aliados: tu problema empieza a volverse de interés común. Y es ahí donde ves cómo las personas están dispuestas a ayudar, a colaborar. Y si, además, una de sus ideas se materializa en la solución, ¿Cómo no la van a sentir propia? Si alguien aportó su grano de arena, esa solución también le pertenece.

Maria del Pilar: Me encanta todo lo que has compartido hoy. A mí también me ha pasado que, con los años que llevo en el camino de la sostenibilidad, he aprendido a ser vulnerable, y creo que eso requiere muchísima valentía. Pero he descubierto que al abrirme, puedo obtener ideas valiosas al iterar con otras personas que tienen una mirada fresca o piensan desde sus propios roles. Eso es buenísimo, y gracias a eso hemos construido cosas increíbles. De hecho, creo que las mejores soluciones, y las más sostenibles, las hemos creado así. Por eso me siento muy identificada con lo que dijiste.

Muchísimas gracias por acompañarnos, ha sido un verdadero gusto conversar contigo. Estoy segura de que seguirán impulsando esta ambición desde el Perú en temas de sostenibilidad, y lograrán muchísimas cosas más.

 

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